Ayer mis alumnos vivieron un momento kafkiano.
Yo pensé que teníamos el examen sobre La metamorfosis y resulta que me había equivocado de semana. Cuando vieron el texto y las preguntas preparados encima de la mesa, pusieron cara de "no, cielos, esto es una pesadilla, no he estudiado nada...". Duró poco, porque se miraron unos a otros y comprobaron que ninguno de ellos estaba equivocado, que el equivocado era yo.
Insistí un instante en que sí había examen y volvieron a sus rostros el miedo y el estupor. Cuando ya me convencieron de mi error les dije: "Bien, ya habéis vivido en vuestras propias carnes lo que es un momento kafkiano".
Algo tenía que decir.