Hace un par de días llegó a casa un paquetito con una letra primorosa en el destinatario y el remitente. Venía de Japón y lo enviaba el profesor Shinzo Yamazaki. De este hombre ya hablé en su momento durante una de mis visitas a Japón. Fue aquel constructor de guitarras que vivió en España en los setenta y le dio una paliza nada menos que a José Luis López Vázquez en la película Cuidado con las señoras, donde hacía de yudoca con cinturón negro (real, dicho sea de paso).
En el interior del paquete venía un libro que me impresionó (nuestra corresponsal ya lo conocía, porque el propio autor se lo había presentado en Osaka). Se titula Diccionario de refranes y locuciones del Quijote y es un compendio de refranes y locuciones que aparecen en la novela de Cervantes, traducidas al japonés y explicadas. El amor por nuestra cultura que demuestra el autor de semejante proyecto no creo que haya que explicarlo. Ni que decir tiene, muchas de esas palabras apenas son comprensibles hoy día para la gran mayoría de los españoles, pero él ha tenido la paciencia, la meticulosidad y el tesón de recogerlas y traducirlas. No creo que haya trabajos comparables a la inversa. Para más inri no es la primera vez que Yamazaki transita por este terreno. Anteriormente había publicado un diccionario de refranes españoles traducidos al japonés.
Ante este libro siento una mezcla paradójica de vergüenza y orgullo: por el desdén que sufren nuestras humanidades entre grandes capas de la población nativa y por el interés que se le presta en la otra punta del mundo.
Gracias, Yamazaki sensei, en nombre de los que andamos por estos páramos luchando contra los molinos del olvido y la ignorancia.
Escribir comentario