Conforme pasa el tiempo me convenzo más de que importa menos lo que nos pasa que cómo nos tomamos lo que nos pasa. Cada uno afronta sus problemas y desgracias como sabe, como puede o como quiere. Quizá ahí radique una de los secretos del arte de vivir.
Este cuentecillo zen que me he encontrado por casualidad viene muy a propósito para ilustrar lo que intento decirles:
"Sucedió que un maestro Zen estaba paseando por una calle, cuando un hombre llegó corriendo, lo golpeó con fuerza y lo tiró al suelo. El maestro se levantó y continuó caminando en la misma dirección, sin mirar un momento hacia atrás.
Un discípulo que lo acompañaba se quedó atónito y le preguntó:
--¿Quién era ese hombre? ¿Qué es esto? Si uno vive de esa forma, cualquiera puede venir y matarte. Ni siquiera has mirado a la persona que te ha derribado. No sabes quién es ni por qué lo hizo.
A lo que el maestro respondió:
--Eso es su problema, no el mío".
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ふぃな (viernes, 09 mayo 2014 08:16)
日本人です!