Estaban poniendo, creo recordar, una serie inglesa muy graciosa de unos estudiantes de medicina. Entonces pasó. La serie se cortó y empezó la música marcial. Luego salió ese señor de Alhaurín ordenando quietud.
Yo tenía quince años y estaba en casa con mis hermanos menores. Mi padre estaba en una reunión para organizar una liga de fútbol y mi madre, trabajando en una academia de mecanografía. Cuando fui consciente de lo que estaba pasando, salí a contárselo a mi madre. Por el camino me encontré con un amigo, que pensó que el golpe de estado del que le hablaba estaba ocurriendo en Zambia o El Salvador. Mi padre volvió con noticias hiperbólicas sobre regicidios y demás.
Y así, entre la opereta bufa y el thriller de terror político a lo Clancy, fuimos pasando la noche, hasta que el cansancio y las condecoraciones del rey nos mandaron a la cama. Aunque hubo gente que se quedó en vela, en muchos barrios de las muchas periferias la cosa terminó ahí.
Pero lo peor estaba por venir: seis o siete meses de chistes de Tejero, Carrillo y Suárez, que no pararon hasta que empezaron los de Morán. Riesgos de la libertad.
P.S.: A ver qué cuenta Évole esta noche que no contara ya Cercas en su momento.
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jose (domingo, 23 febrero 2014 16:10)
15 años? madre mía que joven eres, yo tenía 23 y estudiaba 5º en medicina, en Teatinos ya...vino un amigo argentino a recogerme y nos fuimos a su casa en cerrado de Calderon, en el puerto había un barco italiano y mi plan era al amanecer meterme en el barco y exiliarme en Roma....fué una noche entretenida
jose (domingo, 23 febrero 2014 16:11)
perdón tenia 22..hasta Junio no cumplí 23, aquella noche comimos mucho.