Me informa el compañero Miguel que en ciertos periódicos digitales franceses, si pagas por la suscripción, tienes la oportunidad de leer las noticas en "modo zen". Yo no lo he visto, pero me cuenta que se ve todo más grande, más limpio, sin publicidad... más relajante. De modo que esta es la visión que se tiene en gran parte del mundo de lo que es el zen, algo así como un sedante intelectual, una especie de lexatin exótico, oriental y sin efectos secundarios. Si los maestros zen no fueran como son, se estarían tirando ahora mismo de los pelos (si no se los hubieran cortado). Me los imagino esbozando una sonrisa de condescendencia y poco más.
No seré yo el que les caliente la cabeza a estas horas con qué es y qué no es el zen, pero les aseguro que no consiste simplemente (o solo) en estar tranquilo. Es mucho más o quizá mucho menos.
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