Este verano pasado estábamos en un restaurante de Osaka y pedimos loto. Al llegar a la mesa vimos que estaba sazonado con pimienta. Inmediatamente me vino a la cabeza el chef Enrique Sánchez, a quien conocí un día por casualidad, que es un gran amigo de la pimienta. Así que decidí mandarle la foto que acompaña a esta entrada, por pura curiosidad y como saludo. Pero hete aquí que ayer la sacó en un programa en el que hizo unas curiosas lentejas marineras. Les dejo el enlace del vídeo por si quieren probar a hacerlas. En el minuto 26:40 aprox. sale la foto y el comentario. El único problema es que Enrique ha creído que yo había cocinado el loto. Siento el malentendido. Admiro a los que son diestros con los fogones y disfruto con sus resultados, pero, como dijo Cervantes de la poesía, la pericia culinaria es una "gracia que no quiso darme el cielo".
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